Definición
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral degenerativo y progresivo. Es la causa más frecuente de demencia, tanto en el periodo presenil (entendido por convención hasta los 65 años) como en el senil. Se caracteriza por la alteración de la memoria y finalmente por la alteración de los procesos de razonamiento, lenguaje y percepción.
Fue descrita por primera vez en el año 1906 por el psiquiatra y neuropatólogo germano Alois Alzheimer (1864-1915) en una mujer de 51 años, cuyos primeros síntomas fueron unos fuertes sentimientos de celos hacia su marido, desorientación, dificultades para leer y escribir y una progresiva pérdida de memoria.
Cuando falleció esta paciente, Alzheimer pudo estudiar su cerebro y describir la atrofia cerebral, las placas formadas por una sustancia peculiar y los manojos retorcidos de fibrillas nerviosas localizados en el interior de las neuronas.
En el año 1910, el psiquiatra Emil Kraepelin, profesor de Psiquiatría en Heidelberg, aplicó, en su famoso texto de Psiquiatría, el nombre de enfermedad de Alzheimer a una forma especial de demencia pre-senil que se iniciaba en edades más jóvenes.
Estudios abalados por la comunidad científica consideran la posibilidad de que la enfermedad de Alzheimer sea resultado de un incremento en la producción y acumulación de determinadas sustancias en el cerebro, lo que lleva a un proceso de deterioro del sistema nervioso. El riesgo de padecer la enfermedad va en aumento después de los 70 años, pudiendo afectar a la mitad de las personas mayores de 85 años.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia senil. Es responsable de casi la mitad de todos los casos. Es, por lo menos en parte, una enfermedad genética. En esta enfermedad las neuronas son destruidas, y por lo tanto, no se pueden formar nuevos recuerdos. A medida que la enfermedad avanza le va restando operatividad al cerebro.
Prevalencia del Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es el motivo más frecuente de demencia en los países occidentales y una de las causas más importantes de dependencia psicofísica y de mortalidad en el grupo de pacientes de edad avanzada. El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta con la edad.
Hasta un 10% de personas mayores de setenta años padecen de pérdida de memoria significativa y en un 50% esta deficiencia se relaciona con una EA. A partir de los ochenta y cinco años la incidencia de esta enfermedad alcanza el 40%.
Se espera que la prevalencia de la EA en la población geriátrica aumente sustancialmente en este siglo, sobre todo en los países industrializados. La proyección estadística en el año 2050 indica que el número de personas afectadas por este desorden podría triplicarse.
Se estima que el coste anual para el cuidado de un enfermo evolucionado de Alzheimer puede alcanzar los cuarenta mil euros. Junto a este elevado importe económico la EA conlleva unas costosas necesidades estructurales y diversos grados de desajuste profesional y familiar.
Asimismo supone una profunda sobrecarga emocional en los cuidadores del paciente y en las personas más allegadas al mismo. La enfermedad es, y será más aún en un futuro no muy lejano, un problema sanitario de primera magnitud.
La EA es una entidad clínico-patológica que se expresa inicialmente como una sutil y creciente pérdida de memoria de fijación a la que se añade una demencia lentamente progresiva que evoluciona en varios años a una incapacidad total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario